Germinación: Semillas y métodos
Germinar significa “dotar de vida”. La germinación es el método por el que conseguimos hacer que una semilla desarrolle todo su potencial nutricional para entonces incorporarla a nuestra alimentación lo que nos aporta gran cantidad de nutrientes de muy fácil asimilación. Hay multitud de semillas que se pueden germinar, pero no todas son iguales, hay variedades que brotan mas fácilmente y otras que son mas sabrosas. Entre las mas comunes encontramos:
- Semillas de alfalfa , aunque su uso es bastante reciente en nuestra alimentación, ya se utilizaban desde hace años para alimentar al ganado. Su nombre deriva dela palabra árabe alf-al-fa “padre de todos los alimentos” y son ricas en vitaminas A,B E y K asi como calcio, hierro, magnesio, manganeso y fibra.
- Brócoli, col, kale y coliflor, son muy fáciles de germinar en casa. Son ricas en fibra y buena fuente de minerales, especialmente potasio, azufre y vitaminas A,C y E.
- Fenogreco, rico en minerales como el hierro y el azufre, así como en vitamina E.
- Rabanito, es un excelente alimento durante el invierno, debido a su sabor picante resultan muy beneficiosas para limpiar las mucosidades del tracto respiratorio en procesos de resfriados, congestión nasal, bronquitis y asma.
- Girasol, rico en fósforo, calcio, hierro, yodo, potasio y magnesio, es fuente de niacina, la vitamina de la piel y contiene además gran cantidad de vitamina D, raramente encontrada en los vegetales y necesaria para la absorción de calcio.
- Semillas de legumbres como lentejas, judía mungo, azuki o garbanzos destacan principalmente por su alto contenido en fibra soluble.
Como germinar
Para germinar podemos utilizar diferentes recipientes, todo dependerá del espacio del que dispongais, asi como de la cantidad de germinados que deseéis cultivar. Entre los principales encontramos:
Botes de cristal: Es uno de los métodos más conocidos y el más económico, uno de sus principales inconvenientes es que se suelen poner demasiadas semillas que se agolpan en su interior lo dificulta el aireamiento e impide una correcta evacuación del exceso de agua con lo cual las semillas podrían pudrirse por encharcamiento. Debeis poner especial cuidado en que no quede demasiada agua acumulada en el interior.
Bolsas de germinación : Son un concepto relativamente nuevo. Es muy importante el material del que están hechas las bolsas. Lo mejor es elegirlas de lino o cáñamo que tiene alta resistencia a la humedad, además escurren perfectamente el agua manteniendo humedad y aire, y evitando encharcamientos.
Germinadores: Los hay tanto horizontales como verticales y manuales o automáticos. Su principal ventaja es que al haber menos cantidad de germinados por superficie se airean mejor y por tanto hay mayores posibilidades de éxito en el cultivo.
Sea cual sea por el que os decidáis, lo principal para conseguir buenos resultados es utilizar semillas de buena calidad para asegurar buenos resultados, y si es posible de certificación ecológica que nos asegurara que están libres de pesticidas. Como pauta general a todos es que las semillas hay que remojarlas durante un minimo de 8-12 h dependiendo de la variedad utilizada. Una vez transcurrido este tiempo se enjuagan abundantemente con agua fresca y se colocan en el recipiente elgido para germinar. A partir de ahí lo unico que tendremos que hacer en enjuagarlas de una a dos veces al dia atendiendo a que haya unas condiciones ambientales propicias en cuanto a temperatura, humedad, oxigeno y luz. Con respecto a este ultimo, si debe o no mantenerse en un lugar oscuro alejado de la luz directa hay variedad de opiniones. A mi particularmente me gusta germinar con luz directa, que no sol directo; es la manera en la que obtengo mejores resultados y consigo con ello que los germinados tengan ese bonito color verde que además indica un aporte extra de clorofila.
Dicho esto ya solo queda que os animéis a hacerlo. 🙂 . Una vez recogidos os duraran una semana en el frigorífico en un recipiente hermético y podéis utilizarlos en multitud de recetas y ensaladas
